escucha aca el audio de este devocional:https://www.youtube.com/watch?v=gwsljPLj9HA&list=PL1a63TsBRKpVpF6-BOw8rv2kk59WqqAX2&index=8&ab_channel=Gracedevotionals

2 Pedro 1:1-2

1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:

2 Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.

Nuestro texto devocional de hoy es la introducción a la segunda epístola del apóstol Pedro a los creyentes que habían sido expulsados ​​de Jerusalén y ocuparon lo que ahora es la Turquía moderna (1 Pedro 1:1). Pedro se preocupaba por estos creyentes y quería recordarles quiénes eran en Cristo y protegerlos de las influencias que los ciegan a esa realidad. Hacer recordar y proteger; todos los verdaderos pastores harán eso.

Vemos dos aspectos importantes acerca de quienes somos aquí: somos personas que han recibido una fe preciosa, y somos personas para quienes la gracia y la paz se multiplican a través del conocimiento que recibimos de Dios y de Jesús nuestro Señor.

En el primer versículo notarás que habéis alcanzado una fe preciosa. Es tan preciosa como la fe que habían alcanzado o recibido Pedro y los demás en Jerusalén. El verbo traducido “habéis alcanzado” está en una forma gramática de un evento en el tiempo pasado con el sentido de que continúa en el presente. Como creyentes, todos hemos recibido la fe y es preciosa o de gran valor y potencial. No creamos la fe, la recibimos. De lo contrario, la fe sería una obra humana. Hoy y todos los días, la fe es algo precioso que poseemos. Puede mover montañas (Mateo 17:20).

En el segundo versículo vemos que cuando se añade el conocimiento, la gracia y la paz se multiplican. ¿Cómo puede ser que cuando se añade una cosa, se multiplican otras? Podríamos hablar extensamente sobre este fenómeno, pero creo que lo más obvio es que cuando dejamos que Dios nos hable a través de Su Palabra, se desbloquea algo del potencial de la fe que se nos ha dado. Cuando crecemos en conocimiento, pensamos de manera diferente, y quienes somos es una expresión de nuestros pensamientos. Así como la fe que hemos recibido no es una obra humana, tampoco lo son la gracia y la paz que experimentamos.

Tómate un momento y piensa en estas dos cosas: la gracia y la paz que brotan de la fe activada por el conocimiento. ¡Dejemos conscientemente que esto suceda en nuestras vidas hoy! ¡Que tengas un día maravilloso y hablaremos mañana!

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